El sector de la alimentación en el comercio electrónico

El sector de la alimentación en el comercio electrónico

En España cada vez cala más el gusto por el comercio electrónico. Aunque no es uno de los principales países del mundo en apelar a esta modalidad, la ventaja de adquirir bienes y servicios con la comodidad de no tener que salir de casa hace que año tras año los niveles de comercio online se vayan incrementando.

La tendencia es observable en una amplia gama de sectores, pero hay otros en los que no se aprecia tanto y por tanto puede afirmarse que el margen de crecimiento es mucho mayor. Ese es el caso de la alimentación, cuyo gran reto es llegar a ese inmenso público potencial integrado por personas reticentes al comercio en Internet.

Alimentación en el comercio electrónico

Estudios de mercado demuestran que en España la compra online de alimentos y otros productos para el hogar la hacen personas con edades entre los 31 y 40 años, mayormente mujeres (75 por ciento). Además, como norma estas personas no se adscriben a una única tienda y no significa que siempre compren por Internet, sino que pueden hacerlo sólo ocasionalmente.

Las personas reconocen que la compra online es cómoda, permite ahorrar tiempo, y dispone de un mejor horario que los comercios tradicionales al estar disponible las 24 horas. Sin embargo, no se deciden completamente por la modalidad porque de esta forma no pueden ver y tocar lo que comprarán y aún no confían plenamente en las formas de pago.

Pero ante esta situación hay modelos de negocios online, vinculados al sector de la alimentación, que registran índices positivos y han logrado hacerse con una clientela firme.

El sector de la alimentación

Como principal valor han apelado a la especialización en determinados tipos de productos. Como ejemplos fundamentales se pueden citar los vinos, los productos ecológicos y los productos gourmet; variedades que exhiben crecimientos por encima de la media en el sector alimentario. La especialización está de moda, pues los consumidores la valoran más cada vez. Asumen que si alguien se dedica únicamente a determinado producto, pues este será mejor.

La especialización por tanto es un valor añadido de un negocio y ahí radica el reto del comercio electrónico en la alimentación: aportar valores que impulsen a los más reacios a decantarse por la modalidad, confiar en ella, y verla como algo más en su vida cotidiana.