Ventajas y desventajas del leasing para una PYME

Ventajas y desventajas del leasing para una PYME

El leasing es una manera más que tienen las pymes para poder disfrutar de vehículos nuevos sin tenerlos que comprar. Es decir, hablamos de un sistema de alquiler de largo plazo con opción a compra. Es por ello por lo que muchas pymes ya están optando por este sistema, ya que ofrece muchos beneficios. Si tienes pensado usar este sistema, no dudes en seguir leyendo.

Ventajas del leasing

La primera ventaja es que no tendrás que dar una entrada ni tener que solicitar una financiación para poder disfrutar del vehículo que tu pyme necesita para trabajar. Si tienes problemas a la hora de conseguir financiación, te puedo asegurar que esta opción te vendrá realmente muy bien.

Otra de las ventajas de este sistema es que la operación no es presentada como parte del riesgo comercial financiero. Esto se debe a que no se ha comprado el bien, de aquí que no pueda entrar en este apartado. Gracias a esto, podrás tener más opciones para conseguir un préstamo para otras cosas, de aquí que sea otro de los motivos por el que muchas empresas se lanzan a disfrutar de este sistema.

Las ventajas fiscales son otra excusa más para disfrutar de este servicio. Debes tener en cuenta que las cuotas que tendrás que pagar podrán sumarse a los gastos de la empresa, siempre y cuando el vehículo sea usado únicamente para trabajar. Gracias a que lo puedes introducir como un gasto tributario, puedes tener la seguridad de que las cuentas finales serán más positivas para ti porque tendrás que pagar menos impuestos. Además, el IVA te lo podrás descontar, lo que hace que la cuota final quede realmente muy bien.

Como se nos informa desde leasing V4B.com, no solo podrás disfrutar el vehículo que quieres tener en muy poco tiempo, sino que tú no te tendrás que preocupar del papeleo y tras finalizar el contrato podrás optar a compra, a disfrutar de otro vehículo nuevo a través de un nuevo contrato o a finalizarlo.

Desventajas del leasing

Normalmente, el coste financiero suele ser ligeramente superior al coste del crédito para comprar un coche. Pero no olvides que luego te podrás descontar muchos gastos. Es decir, en muchas ocasiones si que merece la pena. Todo está en hacer números y ver si realmente interesa o no.

A pesar de que disfrutarás del vehículo como si fuera tuyo, la verdad es que el vehículo es propiedad de la empresa. Con esto quiero decir que el vehículo solo pasaría a ser tuyo en el caso de que finalices el contrato y lo comprases. Si no lo compras una vez finalizado el contrato, entonces te quedarías sin el vehículo.

Este servicio no suele incluir demasiados servicios adicionales, cosa que si sucede con otras opciones como el renting. Con esto quiero decir que normalmente los gastos de seguro, reparaciones… van a cargo de la pyme o del autónomo. Por este motivo, puede ser una buena opción también valorar el renting y estudiar que alternativa te interesa más.

Debes saber que podrás cancelar el contrato en caso de que tu negocio no funcione bien y ya no necesites el vehículo. Pero debes tener claro que si usas esta opción, tendrás que pagar una penalización. Dicha penalización quedará inscrita en el contrato que tendréis que firmar ambas partes. Normalmente la penalización suele descender según pasan los meses, pero no siempre es así. Antes de firmar léete bien este apartado para poder salir de dudas.

Una vez vistas las ventajas y las desventajas, podemos ver como las ventajas ganan por goleada. Pero las he incluido en este artículo porque siempre hay que conocer lo bueno y lo malo de las cosas.

Y recuerda, una vez que hayan pasado los 4 o 5 años de duración del contrato, será el momento de estudiar si te interesa comprar el bien que has venido usando hasta el momento o es mejor renovar un nuevo contrato para comenzar a disfrutar de un vehículo nuevo que se adapte mejor a las necesidades de tu empresa. No olvides que esta decisión debe ser tomada con calma, es decir, en ningún momento la deberás tomar a la ligera si quieres acertar con la decisión. Los números siempre son los que mandan.